
La pista de ceniza volvió a vestirse de gala con motivo del III Memorial de Atletismo Miguel de la Quadra-Salcedo
"Usemos el concepto de educación física en el mismo sentido en el que, en los días más gloriosos de Grecia, se empleaba el de gimnástica. Distinguiéndose en ésta, con gran cuidado, las artes del maestro y las del entrenador, ya que la gimnástica no suponía el arte de realizar actos de fuerza o agilidad, sino el entrenamiento científico del cuerpo y a través de él la justa formación del carácter.¡Que estos lugares deportivos sean inspiración y guía! ¡Que la Ciudad Universitaria consiga alejar de sus campos de educación física el afán de competencia, la obsesión por el premio o recompensa, el ansia espectacular y los peligros que desafían el limpio desarrollo del carácter de los jóvenes deportistas cuya tutela está encomendada a la Universidad y a los rectores federativos de nuestro deporte con la esperanza de hacer de ellos ciudadanos ejemplares de nuestra sociedad!"
Manifiesto incluido en el programa de mano de la inauguración de la pista de ceniza de la Ciudad Universitaria (1931) y que pone fin a cada edición del Memorial de Atletismo Miguel de la Quadra-Salcedo.
Después de dos años de ausencia por la reciente crisis sanitaria, el pasado sábado 21 de mayo la pista de ceniza de la Universidad Complutense de Madrid volvió a vestirse con sus mejores galas con motivo de la celebración del III Memorial de Atletismo Miguel de la Quadra-Salcedo.
Con la voz entrecortada por la emoción, la jornada comenzó con la lectura del juramento olímpico inicial a cargo de Sagrario Aguado y, tras un minuto de silencio en recuerdo a Miguel de la Quadra-Salcedo, José Luis Torres y todos los amigos fallecidos durante estos meses de pandemia, la entrega de un ramo de flores a la estatua de Quadra-Salcedo por un grupo de niños y la interpretación de una canción por Pepe Cortés, los atletas se convirtieron en las grandes estrellas de la pista donde el atletismo español moderno comenzó a dar sus primeros pasos.
Un año más, la pista de ceniza universitaria de 301,89 metros de cuerda volvió a pintarse con las tradicionales líneas de cal gracias a la supervisión del juez Jesús Salgado y al gran trabajo artesanal de los operarios de la Universidad Complutense de Madrid. Y a lo largo de la mañana se fueron sucediendo las pruebas de 1.000, 300 y 100 metros, el lanzamiento de peso, las pruebas infantiles de promoción y las festivas pruebas de relevos mixtas 3x100 y 3x300.
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